martes, abril 17, 2007

Hitler tenia razón

He aqui el regreso de uno de mis colaboradores mas fieles...Bateman! ahi lo teneis!

Si hay algo que me revienta, y mucho, es que cualquier pelanas interrumpa mi lectura, pongamos, del Mein Kampf, en el trayecto de Metro, para que, apelando a mi caridad de forma patética, le dé los cuatro céntimos roñosos que, cuales hongos, habitan en las profundidades de mis bolsillos. Que una quejumbrosa y trémula voz espute sus problemas, a unos decibelios irritantes, mientras ando enfrasco en la lectura me molesta casi tanto como el hediondo olor que suelen emanar tales desechos sociales. Ustedes sabrán a lo que me refiero: no tiiiiingo casia, no tiiiingo dinieroooo, mi hija comer cucarachas, por fiavoooooorrr...

“Oh vaya, señora, cuánto lo siento, pues sucídese, prostitúyase, venda a su hija, yo que sé, pero déjeme paz, ¡¡¡¡ENTIENDE!!!”

Hay una versión más patética si cabe, que es del yonki quejumbroso, que de buenas a primeras te suelta un discursito, que joder, casi parece que tienes la culpa de que se pique la vena, el hijo de la gran puta. Zoy un probe tosicómano, que no tié pa´comer, que vive en la calle, zoy seropositivo, tengo 400 hijos viviendo en la calle, y me alimento de cacas de perro. Si alguien tié algo para darme, lo agradecería.

“Cabrón, si quieres dinero para tus vicios, trabaja como hacemos todos. Cómete a tus hijos, ¡yo que sé!”

Resulta que en cierta ocasión la cagué, y le di 30 centimos a un yonki de mierda. Pues el hijo de puta, en vez de darme las gracias y largarse me siguió hasta el andén del metro, diciéndome, casi exigiéndome, que le diese más dinero.
“Hijo de puta, yonki de mierda, no tengo la culpa que tu vida sea un infierno, si quieres te empujo a la vía en cuanto venga el metro, y así de paso acabo con tu sufrimiento y con el mío...”

Pero, estos dos elementos no son nada en comparación con los panchitos con guitarras cantando, “sooooolo le piiiiido a Dios”
“¿A qué dios, Walter Patricio? ¿Al dios del Sol? ¿a la cabra espiritual? Anda cacho cabrón, te cambio la guitarra por un collar de cuentas de vidrio.”
Ahí andan los chinchetas éstos, tocando la guitarrita, y de paso, tocando los cojones al personal, mientras sus hijos latin kings violan, roban y apuñalan a ritmo de ragatón.

Otro día quizás hable de los pelo ceniceros que hablan a gritos en el Metro, o de las tordas con minifalda y medias de rejilla que cuentan a gritos como se la chuparon al Chino, al Rulas, o al Penqui. Pero esa fauna merece una mención aparte, quizás en un futuro post sobre desechos sociales.

Te estarás preguntando, y entonces, ¿por qué Hitler tenía razón? Pues no lo sé. Dimelo tú, gilipollas, sólo quería atraer tu atención.

Corto y cierro.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo lo veo bien. Menos lo del yonki, tenias que haberle empujado sin preguntar. Y punto.

Lizardus dijo...

Exijo un articulo únicamente de tordas en minifalda y medias de rejilla. JAJA

Anónimo dijo...

jaja buena esa.

Anónimo dijo...

PAYASO

Anónimo dijo...

UUUuuuuh ¡¡k mieeeedo!! .

kreo k me voy a avisar a todos los yonkis del barrio pa k no te persigan, ya k tu gran empujon y tu ira terminaran kon sus vidas.

oh, asi k lo k te molesta mas son los musikos k hay por la kalle tokando la guitarrita eh... vaaaaaya. pero aun asi desearias tener una eh?
dios mio esto si k es kontaminacion akustika

Anónimo dijo...

.....No entiendo esa intolerancia....
El fascismo akabo ace mucho tiempo....
Seguro q no eres tu el que necesita que lo deporten a un centro psikiatrico en las afueras??
........

Anónimo dijo...

patetico, simplemente esas palabras salen q alguien que carece de todo sentido comun, que cree que el mundo fue hecho para ciertas personas...sobre si hitler tenia razon?¿ pedazo de intolerante...!! no tengo palabras para tanta estupidez....!
hdp

Anónimo dijo...

eres un puto burro